viernes, 1 de febrero de 2013

REFLEXIÓN


EL BAMBÚ JAPONÉS

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de una buena semilla, buen abono y un riego apropiado.
Normalmente al plantar la semilla, el agricultor no se queda frente a la semilla sembrada, esperando su crecimiento, porque sabe perfectamente que todo necesita su tiempo.

Cultivar bambú japonés no es apto para impacientes. Su proceso es distinto al de otros. El bambú japonés, es una de las plantas más lentas en crecer en todo el mundo.
Durante los primeros siete años, es muy poco lo que se puede apreciar de su crecimiento, quizás un cultivador inexperto, no tendría la suficiente paciencia y abandonaría el proyecto.
Sin embargo, al llegar al séptimo año, en sólo seis semanas la planta de bambú crece más de treinta metros.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué no crecía durante los primeros siete años? No es que no creciera, sino que durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces, que le permitiera sostenerse cuando empezara el crecimiento.

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